Tu primer juguete sexual: guía para Kinkerxs sin pena
Tu primer juguete sexual: guía para Kinkerxs sin pena
Hola, Kinkeros traviesos y curiosos 😏
Si están leyendo esto, es porque ya les anda rondando por la cabeza (y otras partes) esa gran pregunta:
¿Cuál debería ser mi primer juguete sexual?
Y si están entre la emoción y el susto, no se preocupen… ¡todes pasamos por ahí! La buena noticia es que no hay una forma “correcta” de empezar, pero sí hay tips que les van a hacer el camino mucho más placentero (literalmente).
No todos los juguetes hacen lo mismo ni buscan el mismo tipo de orgasmo. Pregúntense:
¿Quieren estimulación interna, externa o ambas?
¿Lo van a usar a solas o en pareja?
¿Quieren algo suave o están listxs para un terremoto con vibración turbo?
Aquí les van nuestras recomendaciones infalibles para dar el primer paso sin arrepentirse:
💗 Para clítoris lovers:
Mini vibrador o bala vibradora: pequeños, potentes y no intimidan.
Suaves, manejables y perfectos para usar a solas o en pareja.
🍆 Para exploración interna:
Dildo sencillo o vibrador clásico: sin formas raras ni texturas extremas.
Mejor si es de silicona médica, con un tamaño moderado.
🔄 Para experimentar variedad:
Succionadores de clítoris (¡sí, los famosos!): orgasmos intensos sin contacto directo.
Recomendados por el 99% de quienes lo prueban… y el 1% restante estaba dormido 😴
😈 Para pareja curiosa:
Anillos vibradores: se colocan en la base del pene y vibran para ambos.
O un juguete con control remoto para jugar a distancia (o en público si se animan 👀)
Usen lubricante (a base de agua) ¡y todo va a fluir mejor!
Laven el juguete antes y después de cada uso.
Empiecen con la intensidad más baja y vayan subiendo.
Si no les gusta a la primera, no pasa nada. A veces hay que probar más de una vez (como con el sushi o los ex).
¡No hay vergüenza en el placer!
Su cuerpo merece explorarse, respetarse y disfrutarse sin culpa. El primer juguete no tiene que ser caro ni extremo, solo tiene que hacerles sentir cómodxs, curiosxs y listxs para jugar sin pena.
Con ternura vibrante y mucha curiosidad,
Ana